Y si fuera que pudieramos recordar desde las primeras inhalaciones y exhalaciones que logramos dar, algo débiles pero decididas, tal vez comprenderiamos cómo sucede lento pero perfecto el milagro de la vida...
Desde paredes blandas, rojizas y maternas, el escenario nos cambia radicalmente cuando las nuevas paredes que nos rodean son de madera, ladrillos o concreto. Las cuales encierran y moldean la nueva realidad en la que estaremos destinados a vivir.
Este cambio espacial abrupto que se provoca, ni siquiera lo recordamos, lamentable hecho, pero supongo que agradable para quienes se incomodan un poco con las entrañas humanas.
A lo largo de nuestras vidas dejamos en el pasado cualquier vestigio de niñez y nos encarcelamos a vivir en un sistema estresado y agotador, compitiendo por quien puede más, por quien sabe más y quien es más que el resto.
No pretendo caer dormida en la corriente colectiva social,
pero es inevitable,
aunque en ningún caso imposible.
pero es inevitable,
aunque en ningún caso imposible.
Estudios han comprobado que recordando, escuchando y sintiendo los tranquilizadores latidos del corazón, como un tambor liberando energía en cada golpe, nos podemos tranquilizar y aquietar incluso frente a situaciones dificiles... Pero en realidad cada quien vive y hace que crea que es mejor ...
Pero nada es mejor que proponerse cada día en nuestra integridad de seres humanos tratar de ser capaces de remediar los errores cometidos... Y decidir que hoy puede ser aquel día en el cual ninguna pared es lo suficientemente dura para estancar nuestras ideas llenas de vida y lbertad...
PLEASE DON'T STOP !
Calú!