jueves, 21 de agosto de 2008

Vivir...


Y si fuera que pudieramos recordar desde las primeras inhalaciones y exhalaciones que logramos dar, algo débiles pero decididas, tal vez comprenderiamos cómo sucede lento pero perfecto el milagro de la vida...

Desde paredes blandas, rojizas y maternas, el escenario nos cambia radicalmente cuando las nuevas paredes que nos rodean son de madera, ladrillos o concreto. Las cuales encierran y moldean la nueva realidad en la que estaremos destinados a vivir.
Este cambio espacial abrupto que se provoca, ni siquiera lo recordamos, lamentable hecho, pero supongo que agradable para quienes se incomodan un poco con las entrañas humanas.
A lo largo de nuestras vidas dejamos en el pasado cualquier vestigio de niñez y nos encarcelamos a vivir en un sistema estresado y agotador, compitiendo por quien puede más, por quien sabe más y quien es más que el resto.

No pretendo caer dormida en la corriente colectiva social,
pero es inevitable,
aunque en ningún caso imposible.

Estudios han comprobado que recordando, escuchando y sintiendo los tranquilizadores latidos del corazón, como un tambor liberando energía en cada golpe, nos podemos tranquilizar y aquietar incluso frente a situaciones dificiles... Pero en realidad cada quien vive y hace que crea que es mejor ...

Pero nada es mejor que proponerse cada día en nuestra integridad de seres humanos tratar de ser capaces de remediar los errores cometidos... Y decidir que hoy puede ser aquel día en el cual ninguna pared es lo suficientemente dura para estancar nuestras ideas llenas de vida y lbertad...


PLEASE DON'T STOP !

Calú!

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